viernes, 1 de julio de 2016

Nuevo mes.

Y nueva rutina.


Y de nuevo estamos a día 1. 
A falta de un tripulante, ahora estoy en busca de tierra firme, llevo mucho tiempo navegando y creo que necesito soltar el timón. Ser capitana tiene sus responsabilidades y me merezco unas vacaciones. 
Hasta ahora he apuntado en mi cuaderno de bitácora algunos trucos para sobrevivir a las tormentas. Ya van muchas, algunas más fuertes que otras, pero tormentas igual. 


Consejos para sobrevivir a las tormentas. 

  1. Las tormentas son fenómenos naturales, no te culpes de ellas, nadie tiene la culpa. 
  2.  Nunca pienses que es la última, quedan muchas y quién sabe si más fuertes. 
  3. Acéptalas y disfrútalas (alguien una vez me regaló un llavero que tenía grabada la frase: "Aprende a bailar bajo la lluvia")
  4. No eches el ancla, los anclas solo quedan bien tatuados sobre la piel. En verdad no hacen más que estancarte y que hacerte agonizar durante más días (o semanas, meses...) de lo que debería. 
  5. No te olvides del lugar de la tormenta, es muy importante que no repitas las coordenadas; si algo he aprendido durante mi naufragio es que donde ha habido una el cielo no vuelve a ser azul. 
  6. Aprende que si los truenos, rayos y lluvia no te matan, siempre te hacen más fuerte. Aunque esa fortaleza a veces conlleve a cambios de personalidad o actitud.
  7. Después de la tormenta siempre sale el Sol, o un Sol cualquiera, pero siempre sale. 

En definitiva, por muy mala imagen que le hayamos dado a las tormentas, no son nada negativo ni tan sofocante como las pintamos, no podemos hacer nada para remediarlo. No está en nuestras manos. Debemos intentar que no nos destrocen, ni que nos hundan, pero creo que esto está de más, ninguna tormenta por muy muy muy fuerte que sea va a conseguir nunca hundir un barco como el que formamos cada uno. El mío por lo menos no. 

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