miércoles, 31 de agosto de 2016

Consejos.

No tengas miedo.


Aquí doña estrés y agobios en una de sus mejores crisis recibió un consejo ya escuchado, lo que pasó fue eso que ya sabemos todos, depende de donde venga le hacemos más o menos caso: 
-"No tengas miedo, sea lo que sea que vayas a hacer o empezar hazlo sin miedo y todo irá bien"-
Esto iba aplicado a mis futuros estudios, pero desde ese día me lo aplico a todo. 
Seguramente no sea nada nuevo lo que os estoy contando. 
La cosa es que si te paras a pensarlo, hay demasiadas cosas que nos asustan y/o nos dan miedo. Pueden ser los estudios, el carné de conducir, empezar algo nuevo con alguien nuevo, o incluso viajar en tren. 
Y lo peor de todo esque los miedos suelen ir atados a lo más profundo de nosotros, sitios que no sabemos que existen dentro de uno mismo. El tipiquísimo miedo al qué pasará si... 
Veréis, nunca haréis algo plenamente bien si os limitáis a pensar qué puede fallar. Nunca obtendréis el resultado que realmente os merecéis. No puedes entrar en el instituto/universidad pensando que va a ser un fracaso, tampoco puedes aprender a conducir si piensas que en cuanto pises el acelerador y sueltes el embrague te vas a estrellar, ni tendrás una relación bonita si crees que no va a ser como la anterior o te encierras en tí por si acaso algo sale mal; mucho menos te subirás a un tren y disfrutarás de lo que es notar las vías si el miedo te ciega... 
Por eso es tan importante que no tengáis miedo. Porque los miedos se forman en nosotros, en una parte recóndita y se instalan de ocupas. Y luego ya, no sabes como echarles. 
Tenemos que aprender a localizar nuestros miedos, ver de dónde provienen (porque siempre tienen un origen) y ver cómo y en qué medida nos afectan. Una vez nos hayamos observado, todo será muchísimo más fácil. El truco siempre está en observarse y conocerse a uno mismo. Pero es lo más difícil de todo. 
Los miedos pueden ser nuestros principales límites para todo y ya estamos acostumbrados a quedarnos con las ganas. 
Pero qué narices, algún día dejaremos de tener miedo.
No sé cual es el truco de todo esto, ni que es lo más adecuado para superar tus miedos pero si algo os puedo asegurar es que aunque los miedos estén y no podamos deshacernos de ellos de manera instantánea, si poco a poco vamos observándonos, ese será un gran paso. Y si no os da la gana de conoceros a vosotros mismos por lo que os podáis encontrar, seguid con el viejo truco de mirar hacia otro lado. 
Tampoco os creáis que yo no tengo miedo, ni que me he sabido conocer, estoy en proceso y me queda mucho, pero que mucho por ver. Ahora mismo me tiembla hasta la voz cada vez que se me pasa por la cabeza el curso, la rutina y cómo narices voy a organizarme la vida. 
Os sorprendería ver la cantidad de cosas a las que tengo verdadero pánico. Y la cantidad de ellas que me quedan por averiguar, de momento me conformo con mirarme de vez en cuando (sin asustarme). 
Aún queda mucho que aprender,
y mucho que conocer. 
Porque no sabemos nada de nosostros mismos, 
y nos creemos que lo conocemos todo. 
Mi barco sigue a flote y con rumbo desconocido.
Un abrazo enorme. 

miércoles, 24 de agosto de 2016

¿Hoja de reclamaciones?

Esther con 'h'. 

A mí, 
que siempre me ha gustado quejarme de todo lo que me rodea;
que soy una inconformista innata,
y que siempre tengo la última palabra. 

Yo, 
que siempre me tengo que salir con la mía, 
que me pierde el gastar dinero;
y que hay veces que se me olvida valorar muchas cosas. 

Conmigo, 
que todo son bromas y sarcasmos, 
porque me pierde la ironía 
y que me hacen gracia hasta las piedras. 

Y de repente
me quitaron un cacho de alma,
y bien grande.

Un día llegas a casa y algo cambia,
y te dicen que tienes 39 pares de zapatos, 87 camisetas, 53 pantalones...
Pero que tu hermana no va a estar el día de tu boda (si la hay),
que tus hijos (si los hay) no van a tener una 'tita' por parte de madre,
que te va a sobrar una habitación llena de objetos
y te va a faltar un cacho de tí misma.

Creo que nunca he hecho una pregunta con más miedo a mis padres que la de:
"¿Cuánto tiempo?"
Y puedo asegurar que la hice involuntariamente,
que la respuesta me resbaló como el aceite.
Por eso insisto tanto en el tiempo y su valor,
porque viví mas en un año y unos cuantos meses que lo que voy a vivir durante el resto de mi vida.

Al final aprendes que los interruptores fuera del cuarto de baño merecen un aplauso, descubres el por qué solo hacen un mando para la televisión, te das cuenta de que compartir es todo un privilegio.
Y averiguas por qué los asientos de atrás del coche son 3 y no 1.
O que el "amor de hermanos, amor-odio" nunca debería faltar.

Siento si alguna vez habéis estado conmigo, en persona,
y os he regañado y os he puesto mala cara cuando hablabais de lo bien que os tocan las narices en casa,
pero es que yo lo echo tanto de menos...
Que no soporto que os quejéis de ello.
Es como si a un diabético le asqueáis un algodón de azúcar.

Así que
sí,
yo me quejo de ser hija única.
Y me seguiré quejando,
siempre.





viernes, 19 de agosto de 2016

Como si fuera ayer

Equilibrio

Como me gusta ponerme ñoña y escribir por la noche; las 4:53 de la mañana y más despierta que un búho. Esto es cosa de pueblo y del horario veraniego. He llegado a casa hace poco, pero me apetecía escribir. 
Qué malas son las resacas cuando quieres olvidar; bueno, y las borracheras, las canciones de Extremoduro, las de La Fuga, y hasta la cerveza. 
Nunca pensé que escribiría tantas palabras tristes, pero supongo que poesía es eso, escribir sobre lo que te inspira (aunque a veces sea dolor). 
Como si fuese ayer cuando sufría por la factura del teléfono. O como cuando tenía ganas de volver a la ciudad. 
Intento no pensar en que me quedan 10 días justos para salir con miedo a la calle por si te veo de alguna mano conocida y se me pasan por la cabeza malos pensamientos, de esos que te llevan a la cárcel. 
Supongo que estarás bien, distinto, pero bien. 
Como si fuera ayer cuando te abría la puerta de casa recién levantada y sin lavarme la cara. O cuando me invadías la cama y no quedaba más remedio que tumbarme encima de tí; para tocar las narices, o las estrellas, no sé. 
La rutina está tardando más de 21 días, joder. Yo que siempre me adapto a todo y todavía no asimilo que ya no vaya a hacer más batidos hipercalóricos de Oreos con vainilla y cachitos de chocolate blanco. Ni macarrones con tomate. Ni bizcochos nocturnos. 
14 conversaciones abiertas y todas ellas vacías de ganas. Gente nueva que no sirve para nada. 
Y aunque tú ya me hayas echado de más, siempre habrá cosas que echarás en falta, y alguien que siempre te va a echar de menos. Me basta con que no encuentres a alguien que te haga probar el té o ver divinity. Alguien que no se quede dormida viendo películas en Netflix y que no beba Dewar's. Una que odie los discos de vinilo y le guste la Biología. Por favor te lo pido. 
Quién le iba a decir a "Tempus Fugit" que esta antología rescatada sería una segunda parte tan diferente. Que esta ya no hablaría de Madrid, ni de desayunos en la cama, ni de aniversarios de película, sino de lo que queda cuando se marchan. 
Nadie lo veía venir, una tormenta fuerte y un giro inesperado de veleta;
Y de rumbo. 
Ánimo. 
Y abrazos, muchos abrazos. 
Pero sobretodo espero que no hagáis como yo, no dejéis en tierra el salvavidas solo por quitaros peso. A veces ese peso es el que compensa la balanza. 
Y sin él no encuentras equilibrio. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

Darse a la fuga.

Historias de carretera. 

De repente te vas, 
coges manta y carretera. 
Y juras que no vas a volver. 

No entiendes por qué estas ganas tan repentinas de dejarlo todo y largarte,
ya no te importa ni lo tuyo,
así que imagínate lo de los demás. 

Te das cuenta de que el ser humano es egoísta,
y quieres alejarte para no tener que cuidar a nadie. 
Buena elección. 

Ya no sabes ni a quién echar de menos
porque nadie hace notar su ausencia.
Y qué triste es eso. 

Haces parada en alguna que otra gasolinera
pero siempre son todas iguales, 
ninguna tiene teléfono para llamar a casa.

Me he reído de los intermitentes de un coche,
he viajado en el maletero de un coche
mientras canto, o mejor dicho, grito.

Me he pasado más de tres pueblos, 
igual ya van ocho,
pero qué más da. 

Y
ya lo tengo claro:
Ya no quiero volver a casa,
le puse un nombre equivocado a tu pecho.
Aquello a lo que yo llamaba almohada
acabó siendo insomnio.

Tampoco quiero 
que tu quieras
volver.

Quiero que cojas el coche y te largues
a un sitio mejor, 
o peor, 
pero vete. 

Quiero huir de aquí,
estoy en un intento de fuga para reconstruirme
o destruirme del todo 
pero
lejos
muy lejos de todo.

Y si algún día alguien olvida por qué me fui,
decidles que fue por su culpa, 
por ser así de monótonos. 
Por no ver más allá de lo que otros ya han visto
y no querer explorar. 
Porque llamáis nuevo a lo que es casi una antigüedad.
No sabéis lo que es el vértigo ni la velocidad. 
Lo bonito que se ve todo desde arriba.  


Ya me cansé, 
de los prototipos y todo lo que se supone que es lo normal.
y dudo que deje de estar cansada.

jueves, 4 de agosto de 2016

Errores*

Apuesta.

"Y ahora dime que no,
ven,
dímelo;
que no te seduce esa idea
una vida de luces alrededor"
-Eleazeta-
Qué fácil suena todo cuando te metes en twitter y no ves más que gente apoyando a que luchemos por lo que uno quiere, a sudar de la opinión de los demás y seguir nuestro propio instinto. 
Como nos gusta a todos que nos apoyen aunque nuestra decisión sea la más equivocada, 
y lo sepamos. 
Lo triste de quienes nos empujan a hacerlo, es que si luego caemos no nos levantan. 
El 'Ya te lo dije' camina de la mano del 'Arriésgate', 
y a veces no lo vemos. 
Nos hacen más daño los comentarios ajenos que los nuestros propios, no somos capaces de fallar a la gente y preferimos fallarnos a nosotros mismos. 
A veces pienso que vivimos por el gusto de lo demás y no por el nuestro. 
Con ese miedo que tenemos al 'qué dirán', 
nos coaccionamos nosotros mismos y todavía seguimos creyendo que tenemos algo de personalidad. 
Que va.
Porque "Tía, como se van a querer si van y vuelven", o "Es que no me puedo creer que siga con ese después de los cuernos" y la peor "No pegan nada, ella/él es mejor"
Que no te engañen, 
te dicen que quieren lo mejor para ti, 
pero te dicen qué debes hacer o qué decisión es la más correcta.
Veréis, 
nos han enseñado fatal y muy estúpidamente, 
nos han enseñado a pedir opiniones y comentarios que terminan por convertirse en críticas. 
Pero ya os digo yo que en mi vida he tomado decisiones mejores que las que he tomado por mí misma. 
Y sí, 
probablemente sea la persona con más errores cometidos. 
Lo que no saben quienes prefieren no cometerlos
es que
hay errores 
que cometeríamos una y otra vez
sin considerarnos masocas. 
Porque hay errores que sonríen, y vicios que no matan, sino que reviven.
De momento,
si estás a bordo y todavía no has perdido ilusión, ganas y confianza en tí mismo
para mí 
no has perdido absolutamente nada.

lunes, 1 de agosto de 2016

Ve(r)sos.

Ojalá rí(m)as 

Esta vez la rutina ha tardado más de 21 días
más me vale espabilar,
las cosas por aquí no cambian para nada
Y ya no sé con quién bailar.

Si la cura es verte de cualquier otra mano
prefiero cien enfermedades.
Y que me dejen mal parada, sin sentidos,
o que me vengan mil males.  

Siento si ninguno de mis escritos te deja en paz,
lo siento de verdad.
será eso de que 'poesía con poesía va'.
el magnetismo de la cualidad.

Aunque me gustaría que de vez en cuando
aprendiésemos a escoger,
Que entre el blanco y el negro siempre hay gris
y no lo queremos ver. 

Me acostumbré a vivir más en tu casa 
que en la mía
y fue así como me aprendí todos tus rincones,
y todas las fotografías. 

A veces me pregunto si me piensas,
si sigues sabiendo de mí,
pero luego dejo de pensar y acabo sabiendo
que nunca te alejaste de mí. 

Quizás pensaba que no sería tan difícil acostumbrarme,
tan solo unas semanas,
pero la rutina está tardando mucho
más de lo que yo esperaba. 

Jugando a este juego dime:
¿quién es capaz de ganar?
si el acertijo se esconde en un lugar remoto
y tu te cansaste ya de caminar.

Solo quiero decir que aunque te eche de menos, 
hoy brindo
por todo lo que hicimos para estar juntos,
por lo que nos quisimos.