miércoles, 24 de agosto de 2016

¿Hoja de reclamaciones?

Esther con 'h'. 

A mí, 
que siempre me ha gustado quejarme de todo lo que me rodea;
que soy una inconformista innata,
y que siempre tengo la última palabra. 

Yo, 
que siempre me tengo que salir con la mía, 
que me pierde el gastar dinero;
y que hay veces que se me olvida valorar muchas cosas. 

Conmigo, 
que todo son bromas y sarcasmos, 
porque me pierde la ironía 
y que me hacen gracia hasta las piedras. 

Y de repente
me quitaron un cacho de alma,
y bien grande.

Un día llegas a casa y algo cambia,
y te dicen que tienes 39 pares de zapatos, 87 camisetas, 53 pantalones...
Pero que tu hermana no va a estar el día de tu boda (si la hay),
que tus hijos (si los hay) no van a tener una 'tita' por parte de madre,
que te va a sobrar una habitación llena de objetos
y te va a faltar un cacho de tí misma.

Creo que nunca he hecho una pregunta con más miedo a mis padres que la de:
"¿Cuánto tiempo?"
Y puedo asegurar que la hice involuntariamente,
que la respuesta me resbaló como el aceite.
Por eso insisto tanto en el tiempo y su valor,
porque viví mas en un año y unos cuantos meses que lo que voy a vivir durante el resto de mi vida.

Al final aprendes que los interruptores fuera del cuarto de baño merecen un aplauso, descubres el por qué solo hacen un mando para la televisión, te das cuenta de que compartir es todo un privilegio.
Y averiguas por qué los asientos de atrás del coche son 3 y no 1.
O que el "amor de hermanos, amor-odio" nunca debería faltar.

Siento si alguna vez habéis estado conmigo, en persona,
y os he regañado y os he puesto mala cara cuando hablabais de lo bien que os tocan las narices en casa,
pero es que yo lo echo tanto de menos...
Que no soporto que os quejéis de ello.
Es como si a un diabético le asqueáis un algodón de azúcar.

Así que
sí,
yo me quejo de ser hija única.
Y me seguiré quejando,
siempre.





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