miércoles, 27 de diciembre de 2017

¡Felicidades!

My tears dry on their own. 

Tengo menos ganas de cumplir los 18 que de empezar a estudiar los parciales de enero. Me siento como cuando descubrí que Papá Noel no existía, o como cuando me dijeron que habían subido las notas de corte.
Siento una desilusión muy grande. Ojalá pudiera ser como los chavales normales que en sus 18 piden algo y están deseando que llegue ese día. Nadie me va a traer a mi hermana aplaudiéndome el día de mi graduación, tampoco a mi tía para decirme que estudie más en Selectividad y tampoco la cura del cáncer.
Creo que cumplí los 18 cuando me di cuenta de que los muertos no revivían. Quiero cerrar los ojos y levantarme el 8 de enero. Y que todo haya pasado, y no me sienta mal por no querer celebrar mi cumpleaños, y no haya tenido que fingir que estoy súper contenta y no haya tenido que soplar unas velas pidiendo un deseo que no se va a cumplir.
Llevo desde los quince años soñando con el 3 de enero del 2018 y ahora que estoy a una semana justa, quiero alargarla todo lo posible.
Me acuerdo que la primera vez que desee cumplir los 18 fue el día en el que le pedí a mi madre irme al pueblo de mi ex novio (que está en Segovia, como el mío; no en Chile) y no me dejó. Además fue un no rotundo, de esos que no te hacen volver a formular la pregunta y suplicar.
Así que desde ese momento quería cumplir la mayoría de edad solo para irme de viaje con él. Pero como ya se sabe en este blog, ese viaje no se va a realizar. Y creo que de todas las espinas que tengo clavadas esa es una de las que más me duelen.
No quiero cumplir los 18 y darme cuenta de todo lo que me prometieron que harían y no van a hacer.
Personas, eso es lo único que me falta y es lo único que no me van a regalar.
Feliz no cumpleaños, Ana. 

lunes, 11 de diciembre de 2017

Le sel de la Terre.

"I got this feeling on the summer day when you were gone
I crashed my car into the bridge, I watched, I let it burn
I threw your shit into a bag and pushed it down the stairs
I don't care, I love it, I don't care" -Icona Pop. 

El cerebro adolescente. 


Leyendo un artículo que necesito presentar para Piscología, me he dado cuenta de lo maravillosa que es la adolescencia. Esa etapa que va desde los 12 hasta los 20 aproximadamente. Donde no es que no sepamos los riesgos de nuestros actos sino que le damos más importancia al placer, y qué importante es eso a veces. Por eso para nuestros padres es tan difícil y solo ven irresponsabilidad e inmadurez. Todo esto tiene una explicación psicobiológica que no me voy a poner a explicar, pero sepan que la hay. 


Nos movemos muchas veces por impulsos, pero qué impulsos más divertidos y graciosos. A veces vivimos en una angustia vital de la que no sabemos salir y no nos damos cuenta de que solo necesitamos darnos un poco tiempo. Somos impacientes, no nos gusta esperar en ningún ámbito (ni en la cola del McDonald's ni a tu mejor amiga cuando se está retocando el pintalabios). Cambiamos de novix más que de ropa interior (algunxs) y  nos encanta que nos digan "te quiero" aunque no sea verdad, que nos abracen después de. Nos hacemos los duros ante cualquier sentimiento que nos haga sentir vulnerables porque se ha puesto de moda y en eso se basan la mayoría de adolescentes, en seguir modas. Rompemos corazones como si de vasos cristal se tratasen, y luego son los cachitos de cristal de ese vaso los que nos salpican con fuerza. Hacemos mil cuatrocientas setenta y tres cosas mal en una semana así que no estamos como para no valorar las que hacemos bien. Tenemos miedos que nos bloquean y no tenemos ni idea de cómo deshacernos de ellos. Pero lo intentamos con todas nuestras fuerzas. Mentimos a los mayores para que no nos regañen y nos mentimos a nosotros mismos para sentirnos mejor. Pero no pasa nada, yo creo que en el fondo todos sabemos la verdad. Ni tú eres tan pasodetodo ni yo soy tan buena persona, don't worry. Damos mucho valor a cosas que realmente no son nada, porque al final lo único que no se vende son la familia y los amigos. Y me da igual tu coche nuevo, tus vacaciones en las Maldivas o si ya tienes el iPhone X. Nos gusta gastar porque todavía no sabemos (la mayoría) lo que cuesta el dinero. Búscate a alguien con quien compartir tu vida y no te sientas solx si no es lo que quieres. Alguien que te acaricie el pelo antes de dormir o un amigo que te llame a las 4 am para decirte lo guapx que eres, que te acompañe a un festival de música o te lleve a un museo. Nos gusta provocar situaciones incómodas y que el corazón se nos acelere cuando vemos a nuestro ex con otrx. Pensar, darle vueltas y remover Roma con Santiago para sacar conclusiones no acertadas. También pisar el acelerador sin carné de conducir y sentir el peligro.


Disfruta de esta etapa si la estás viviendo. Haz que sea digna de contar a tus hijos, sobrinos o incluso hijos de amigos. Y aunque a veces nos puteen por todas partes, somos puching balls, y estamos acostumbrados. Nos criticamos entre nosotros porque no todos pecamos de la misma manera, pero pecar, lo que se dice pecar, pecamos todos de alguna forma u otra. La mayoría de edad es un cuento de hadas que se destruye cuando llegas a los 18. Yo, personalmente, voy a hacer lo mismo que hacía siendo menor, pero con mi DNI verdadero. 

Deberíamos intentar con todas nuestras fuerzas terminar el año tal y como queremos, y no porque quede bonito como en la película "Love Actually". Sino porque no es lo mismo decir que son de este año, que decir que son del año pasado. A veces no jugamos con las palabras, las palabras juegan con nosotros.