martes, 30 de enero de 2018

Como llevar (muy mal, fatal) una ruptura

Penny Lane is in my ears and in my eyes.
There, beneath the blue suburban skies
I sit, and meanwhile back.
In Penny Lane there is a fireman with an hourglass
-The Beatles- 

esta canción no viene a cuento pero cómo me gustan los Beatles. 


Después de hacerme las pruebas de la alergia y comprobar científicamente que soy tolerante a las rupturas amorosas, vengo a deciros todo lo que nadie os diría. Porque son consejos de mierda que posiblemente os arruinen la vida o, en el peor de los casos: os animen a comprar calorías y cosas poco saludables. La salud siempre irá por encima del amor.

He de decir que soy muy mala en esto, yo hago todo lo contrario a lo que dicen los influencers estos que se creen psicólogos expertos, la Cosmopolitan en la sección de "cómo superar una ruptura" y el horóscopo cuando dice "Arréglate porque el Martes 13 encontrarás al nuevo amor de tu vida" (Aunque quizás sí, porque el miércoles 14 empiezo globales y me van a dar duro como nunca nadie). 

Así que hoy vengo a contar todo lo que hago mal, para que seáis personas plenas y corrientes, no como yo. 

1. - Odio borrar fotos (multimedia en general). Además hago copias de seguridad en el ordenador y en un disco duro extraíble en caso de que se me estropease el ordenador (que ya me jodería). Y a mi PLÍN que vengas a decirme que así no voy a pasar página, porque a mi me gusta coleccionarlas y marcarlas con posits. Así que NUNCA me deshago de fotos, vídeos, audios... Lo guardo todo en carpetas cuyos títulos os harían gracia. Me da lástima que las borréis y aconsejéis a otros que lo hagan. De no ser por fotos nunca me habría perdonado ciertas cosas. Las fotos esconden risas, besos, caricias... Caras tristes, recién levantadas o hasta los huevos de cámaras. Las fotos son recuerdos, bonitos, por lo general, y los recuerdos no se tiran. Nunca. 

2. - Tampoco elimino conversaciones de WhatsApp. No veo nada de dolor en ellas, me encanta recrear momentos y me río a carcajadas pensando "Joder, ¿y cómo fui capaz de decirle eso? ¿Y esto otro?". Y es un buen truco para dormirte por las noches, yo me pongo a leer y al final me quedo dormida. Hay mensajes que me he leído tantas veces que podría recitarlos de seguido sin mirar. Mensajes que son palmaditas en la espalda cuando las necesitas. Y da igual que sean de hace 2 años, porque la gente no cambia; y eso lo llevo grabado a fuego. Nunca dejamos de conocernos. Así que archivadlas si no queréis verlas, pero borrarlas sería un error. Porque algún día necesitarás recordarte a ti mismo por qué en su día hubo alguien que te escribió algo tan sincero y tan bonito, tan a corazón abierto. Y eso te ayudará a convencerte de que vales la pena para volver a empezar otra vez. 

3. - En bucle las canciones. Hasta que ya no me quedan lágrimas para llorar. Créeme que he sido capaz de hacer una lista de reproducción con 3 canciones contadas y reproducirlas en bucle durante una tarde entera. Volver por la noche y otra vez, y así hasta que me explotaba la cabeza de nostalgia y pena. Ya os dije que esto es lo que no teníais que hacer. A mi lo de: "Ahora que ya no estamos juntos voy a eliminar todas las canciones que me ponen triste y/o me recuerdan a él/ella" me parece absurdo. No huyas de la tristeza porque tarde o temprano llega, y si no la vives ahora quizás sea dentro de un tiempo cuando ya no tenga sentido y entonces te vuelvas loco, pero loco de verdad. Y esto lo digo yo como experta en hacer las cosas mal, también os lo pueden decir las dos psicólogas (ma ra vi llo sas) por las que he pasado. Así que chicx, explota tu tristeza como una naranja y no te preocupes que al final de tanto exprimir te quedas sin zumo. 

4. - Nunca he sabido no culpabilizarme de todo. Y parece muy mentira visto lo que hay en este blog. Pero el tiempo me ha devuelto las hostias de mi primera ruptura en forma de culpabilidad. En forma de "Ana tía, te pasaste un huevo" o "Si yo fuera él te quemaba la casa" y son cosas que me han dicho sin ningún pudor. Pero lo peor de todo es que, en esta segunda, no me ha hecho falta nada de tiempo. Según pasaron las cosas me sentí culpable de mi propia tristeza. Pero al final las cosas pasan y ni vosotrxs ni yo tenemos poderes ni la máquina del tiempo para arreglarlas. Así que con firmeza os digo que no seáis nunca como yo.  

Hacedme caso, es decir: no lo hagáis. 

Y por último (ya sí que sí). Nunca le digáis a un ex que vuelva, porque vuelven.
Aún así, vuelve, por favor. Te echo de menos hasta puntos estratosféricos.

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