domingo, 21 de enero de 2018

Luces de bohemia.

Me pasa que a veces me imagino como van a pasar las cosas. Los chicos, por ejemplo, o con la vida en general. Y luego cuando lo pienso me da nostalgia. Porque iban a ser tan bonitas...

Me he enamorado de unos ojos claros que a veces me miraban con miedo, otras con deseo y otras simplemente, me miraban; de unos labios hechos casi a la medida de los míos y un colgante del Ying Yang. Porque todo lo bueno tiene algo malo, y todo lo malo tiene algo bueno. 

Me he enamorado de una forma de caminar concreta, un anillo comprado en Italia y un olor a vela aromática increíblemente maravilloso que se quedaba horas en mis cojines. 

Me he enamorado de esos calcetines de colores que siempre llevaba puestos (esos que no se quitaba ni para *), de las palmeras que dibujaba y de cómo hablaba de su libro favorito. Y yo siempre esperaba que algún día alguien hablase así de mí. Porque cuando algo te gusta demasiado, te cuesta explicarlo y no te salen las palabras exactas, y creo que eso es lo más bonito del mundo. 

Me he enamorado de la pasarela que cruza la A1, del camino desde la parada hasta su puerta y las farolas que se encendían solas por la noche a medida que pasábamos.

Me he enamorado de una televisión en la que pusimos dos películas que resultaron ser una mierda (elegidas por mí), donde vi por primera vez Harry Potter (o al menos lo intenté), la mesa que se tambaleaba con apoyar un dedo y el mapa de España a punto de caerse. Decías que ibas a dejar que se cayese solo, a modo de metáfora, y lo único que se ha caído he sido yo. 

Me he enamorado de una cama que no es la mía, y si eso no es amor, yo ya no sé... De una almohada horrible y del cuerpo al que abrazaba por las noches. 

Me he enamorado de una mente, como dice Poncela en Martín (Hache).. Y hasta de aquella canción que me puso después de ver a Laura Ortega en YouTube, esa que no me gustó y ahora  me sienta como volver a escucharle. 

No sé, me he enamorado de tantísimas cosas suyas que al irse apenas siento algo mío. 
Pienso soplar todas las pestañas que se me han caído de llorarte durante estos días, darle la vuelta a un cigarro y hasta dejar de pisar las grietas del suelo; y todo esto con el fin de que algún día vuelvas tal y como viniste en Mayo. 
Y al fin y al cabo, estamos hechos de recuerdos; así que gracias por no dejar ni uno malo. 



No sé como decirte que lo intento,
que el tiempo es oro pero el oro no puede ser tiempo.
que he visto cientos de universos en tus labios
y ojalá creas en ti casi tanto como yo lo hago.
-Día Sexto-

3 comentarios:

  1. Felicidades Ana, me gusta tu trabajo.

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  2. Whatt the fuckkkkk! Tu trabajo es perfecto y sabes por que? Porque haces que parezca facil plasmar tus sentimientos cuando no ll es y eso es el exito merecidisimo por tu parte. Haces que ver cada uno de estos textos parezcan faciles de estructurar y además haces que al menos a mi se me caigan lagrimas al leer. Gracias por saber transmitir tan bien el dolor, el amor y sobretodo gracias por dar justo en el punto clave y por encajar tus ideas casi tan bien con las mias❤️

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