miércoles, 19 de octubre de 2016

A destiempo.

¿A qué hora es el buen momento?

"Hay cosas que es mejor no saber,
y momentos que es mejor no dejar de vivir nunca"

 ¿Nunca habéis pensado en atrasar o adelantar acontecimientos?
A veces vienen todos de golpe, y otras no vienen ninguno.
¿No podría el destino, o lo que sea, organizarse un poco?
Hacer una agenda estaría bien. Poder colocar y recolocar momentos.

Me encantaría poder organizarlo todo, dejar las sorpresas para otro momento. Creo que hay improvisaciones que cada día me matan un poco más.
No sabéis cuántas veces he deseado cambiar de lugar en la línea del tiempo algunos acontecimientos.
La vida no debería quitarme tantas cosas de golpe, algo está mal.
Creo que en el destino, ya lo dije; pero no en el camino que hacemos para llegar a él, eso corre de nuestra cuenta.

Mediados de Octubre.
Se huele el frío,
el olor a mojado después de la lluvia;
huelo tu perfume por la calle y me giro
casi involuntariamente,
pero nunca eres tú. Ya no.  
Por eso no suelo llevar la misma fragancia nunca,
porque sé lo que se siente en ese momento en el que te giras y no ves lo que querías ver.
Y yo no quiero hacer sufrir a nadie.

Quisiera poder explicar algo más de lo que soy capaz.
Del por qué me cuesta tanto hablar(te);
porque aunque siempre hable por los codos
hay veces que me quedo sin palabras.
Entonces desearía tener un lápiz y un folio
en el que poder escribírtelo todo.

Y ojalá algún día me leas por dentro. 
O por fuera,
pero léeme.

Te convertí en poesía
y eso no se puede superar.
Conocerás a más mujeres,
mucho más guapas,
mucho más rubias,
con los ojos claros quizás,
con esos treinta centímetros más que me faltan
para darte un beso sin que te tengas que agachar.
A lo mejor son más listas
y son la envidia de su clase.
Con más curvas,
y más culo.
Igual saben de política mucho más,
y te dan la razón siempre.

Pero yo te he visto dormir gracias a la luz que entra por los huequitos de una persiana mal bajada
adrede
a las nueve de la mañana.
Me sé de memoria el relieve de tus labios
y cada uno de los lunares de tu espalda que se unen formando un salvavidas.
Y eso no lo va a tener ninguna.

La verdad es que me pongo enferma
solo de pensarlo,
y creo que moriría casi al instante
si algún día lo viese con mis propios ojos.
Hay cosas que es mejor no saber.

Estoy hecha de todos los deseos que pido en la lluvia de estrellas del 12 de agosto. De todas las sensaciones que me recorren horas antes de volver a verte. De todas las lágrimas que se han camuflado con el agua de la ducha. De todas las ilusiones. De todas las veces que he pasado por tu calle deprisa y con las piernas temblando. De los más de mil besos que nos dimos. De este naufragio. 
De todos esos momentos que es mejor no dejar de vivir nunca.

Hace dos meses y siete días que le pedí un deseo a una estrella fugaz:
"La próxima vez que esté segura de algo, que sea de él. Dejar de sentirme nerviosa y que no me suden las manos antes de verle. Quiero llorar de la emoción y no echar de menos. Seguir mis ilusiones con motivos. Volver a pulsar el botón de su telefonillo." 
*Ojalá este naufragio encuentre un copiloto adecuado; cada día el timón me pesa más y necesito un ayudante.*  

Nota nº507: Ojalá dentro de un tiempo, cuando pisemos tierra firme, te encuentre. Y te reconozca. Y no hayas cambiado. Ojalá pudiese hacerte un hueco en la agenda para dentro de unos años. Cuando por fin me haya deshecho de todos mis miedos, y sea capaz de contarte todo lo que está pasando a bordo. Cuando tú y yo sigamos siendo tú y yo.

Take me back to a time only we knew...
Hideaway.

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