miércoles, 30 de agosto de 2017

Fuegos artificiales.

Tómate una copa, digiere la derrota, tantas veces me pasó a mí.
Ríete de todo, córtate las venas, pero déjame vivir.
-Rulo y la Contrabanda-.

Vuelvo a pisar la ciudad en la que he vivido toda mi vida después de 2 meses durmiendo en camas ajenas.
Las despedidas se curan con reencuentros.
Con abrazos que gritan "te he echado de menos estos 2 meses" y con sonrisas que enseñan los 32 dientes que tenemos. Pero las despedidas siempre duelen. Duelen cuando sabes que son personas a las que ves durante un mes al año o a las que no vas a volver a ver en tu vida.

Después de un mes en Segovia de aquí pa' allá, como dice La Fuga, vuelvo con ganas de septiembre, estabilidad y nuevos proyectos.
Vivo enamorada de mis dos pueblos y de la historia de amor que se encierra en sus 3km de separación. Pero lo mejor no es tener pueblo sino recorrerse los de alrededor. Tengo anécdotas que no contaría nunca y otras que voy gritando a los cuatro vientos.
Hace relativamente poco supe lo que era estar al otro lado de la pared. Estar en el papel de la persona a la que todo el mundo echa la culpa sin tenerla. No tenéis autocontrol y mentís demasiado bien.
Es raro cómo sin darte cuenta se te cicatrizan las heridas, es todo cuestión de tiempo. Ya no me dueles como antes, quizás porque haces mejor pareja con ella y lo asumo al igual que asumo que me quedan muchos años para comprarme un bolso de Louis Vuitton.

Sin duda lo que más me ha dolido este verano ha sido el atentado en Barcelona y todo lo que ha supuesto en la sociedad. Amigos míos compartiendo publicaciones de Vox, gente fomentando el cierre de fronteras y el racismo. Yo flipo con vosotros, con la humanidad en general. Yo no sé cómo frenar el terrorismo ni cómo quitar el hambre del mundo, pero las batallas no se ganan desde fuera.

Si no he escrito hasta ahora no ha sido por falta de ganas sino por falta de tiempo, con eso os resumo el mes de agosto entero. Respirad verano ahora que podéis, se viene un año duro en todos los sentidos. Suerte con las recuperaciones, aunque en verdad a algunos prefiero no veros en clase el año que viene.

En fin, hay cosas que no van a cambiar nunca aunque el mundo gire o se destroce, yo voy a seguir bebiendo whisky cuando salga de fiesta, escuchando The Beatles cuando me sienta sola y seguiré flipando con los fuegos artificiales, me parecen una obra de arte increíble.

Guardar rencor a quien ya te ha olvidado es como devolverle el golpe
a un objeto con el que tropiezas, tú sufres dos veces el daño y él ninguna.
- Benjamín Prado.- 

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