martes, 9 de mayo de 2017

Flores.

Me tiro flores porque puedo.

Quiero escaparme del ayer,
pero no puedo desaparecer.
Ya no me siento con las ganas
de luchar por ti otra vez.

Yo no quiero perderme y olvidar tu sonrisa.
No volver a caerme por el suelo que pisas
y dejar de envolverme en el olor de tu brisa
que las ganas de verme se te fueron deprisa.
- Pepe & Dellafuente.

Mi nombre aparece más veces en bocas ajenas que veces se ha usado la fórmula de las ecuaciones de segundo grado para simplificar polinomios.
He escuchado comentarios sobre mí que me han quemado más de lo que el Monte Vesubio hizo con Pompeya.
He tenido más relaciones muerta que viva.
Sigmund Freud debería haber hecho experimentos conmigo, le daría la vuelta a sus Tres Ensayos sobre la Teoría Sexual. Un libro que me terminé de leer en francés hace dos días después de diez meses. Pobre Freud, se enterraría a él mismo si viese el valor que le damos al sexo.
Soy el prototipo de chica de Daniel Goleman. La inteligencia emocional consiste en pulir cada una de nuestras partes del cerebro. Y lo estoy haciendo tan bien que de aquí a que me termine su libro voy a parecer un diamante.
Quizás no me llegue la nota de corte para estudiar el doble grado, pero escribiré Tres Ensayos sobre la Gilipollez Humana. Y serán un éxito porque activaré palabra a palabra vuestro sistema límbico y la amígdala. Después publicaré la novela que escribí el verano pasado cuando estaba en Francia, la que habla de ti, y de mi, basada en hechos reales. Y se va a convertir en un Best Seller porque a la gente le gusta leer este tipo de historias que parecen de película. Tranquilo que mis pesadillas no saldrán, como he dicho ya está escrita y no la voy a retocar a estas alturas. "No toques el pasado" me dijiste, y lo voy a cumplir. Me falta el último capítulo, ese aún está sin escribir, pero voy a esperar a poder pasar página porque como lo escriba ahora mi personaje se corta las venas en vertical metida en la bañera y el tuyo muere de sobredosis de alegría en alguna discoteca del centro. Sería un poco injusto, ¿no crees?
Quien ríe último ríe mejor, y has reído tanto y tan bien que me has callado hasta los latidos. Ya sabes de lo que te hablo. Y me lo merezco sin duda, eso sí, deberías haberte esperado a que yo esa noche estuviese con otro...
Me ahogo de tanto sacar mierda del cajón, pero es que me está inundando la habitación y suficientemente sucia está ya como para que aparezcan por el suelo tus notas, tus posits y tus cartas. Porque no hay nada peor que dejar los te quiero por escrito.
Me reitero, escribo lo que me da la gana, cuando me da la gana y por el motivo que me de la gana. Pienso que no hay mejor bomba que la escritura. Y no hay peor castigo que la fama que no buscas.

Me gustaría ser tú para poder sentirme tan bien, y a la vez me gustaría ser yo para poder contestarme. Porque quien calla otorga, y tú siempre callas más de lo que hablas.
Me has convertido en ruina, y pienso lucirme hasta forrarme de oro, voy a tener tantos turistas como Grecia.

*Me gustaría mandar un mensaje a dos personas en concreto que me escribieron 
la semana pasada para decirme que se sentían identificadxs con lo que escribía últimamente.
Se me partió el corazón cuando lo leí. Espero que tengáis alguien o algo en lo que apoyaros,
y os agradezco con toda mi alma la valentía que tenéis para hacerme saber de qué manera
os llegan mis textos (ya sea Instagram, Tw, WhatsApp, o Snapchat).
Aquí al otro lado de la pantalla se reciben como abrazos llenos de satisfacción.*

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